La expansión de Internet y las redes sociales no solo cambió la forma de comunicarse, sino también de protestar, organizarse y desafiar al poder. Desde hashtags virales hasta movilizaciones masivas, los entornos digitales se convirtieron en una herramienta clave de las revoluciones ciudadanas que marcaron al continente. Informe especial en nuestras perspectivas de 2025.
Lo digital se ha convertido en un factor clave para canalizar el descontento social y transformar la movilización ciudadana y África no es la excepción.
Desde las revueltas populares árabes, iniciadas en el norte de África a finales de 2010, la ciudadanía africana no ha dejado de pasar de los hashtags a las calles.
En Nigeria, el movimiento #EndSARS nació en Twitter para exigir la disolución de la Unidad Especial Antirrobos, una brigada policial acusada de abusos.
En Senegal, el movimiento popular “Estamos hartos” movilizó a miles de personas. Y de Jartum a Nairobi, pasando por Mogadiscio, los teléfonos móviles, Internet y las redes sociales se convirtieron en espacios centrales de movilización ciudadana.
En ese tránsito del mundo virtual al espacio físico, las redes dejaron de ser solo herramientas de comunicación para convertirse en motores de acción colectiva y cambio político.








