Al menos 11 personas,
incluido un atacante, murieron y decenas resultaron heridas el domingo en un
tiroteo durante una celebración judía de Janucá en la playa de Bondi, Sídney,
declarado atentado terrorista por las autoridades australianas.
Los fallecimientos a causa
de tiroteos masivos son sumamente inusuales en Australia. Una masacre ocurrida en
Port Arthur, Tasmania, en 1996 —en la que un individuo armado causó la muerte a
35 personas— motivó una estricta reforma legislativa en materia de control de
armas de fuego.
Entre
los eventos de este tipo registrados en el siglo XXI destacan dos
asesinatos-suicidios: uno en 2014 con cinco fallecidos y otro en 2018 con
siete, ambos cometidos por individuos que posteriormente se quitaron la vida
tras acabar con miembros de sus propias familias.
En
2022, dos agentes policiales fueron abatidos por extremistas cristianos en una
zona rural del estado de Queensland. Los tres perpetradores de dicho ataque,
identificados como opositores a la policía y seguidores de teorías
conspirativas, también perdieron la vida durante un enfrentamiento posterior de
seis horas en Wieambilla, junto con un vecino del lugar.








