Esta
política busca proteger a los niños de riesgos como la exposición a contenido
dañino y al diseño que promueve el uso excesivo de las plataformas.
Un
estudio gubernamental muestra que el 96 % de los niños entre 10 y 15 años usa
redes sociales y muchos se exponen a material dañino, incluyendo contenido
misógino, peleas y mensajes sobre trastornos alimentarios o suicidio.
La revisión de las plataformas afectadas se realiza bajo
tres criterios: si su propósito es permitir la interacción social entre
usuarios, si efectivamente facilita dicha interacción y si posibilita que los
usuarios publiquen contenido. Algunas plataformas, como YouTube Kids, Google
Classroom y WhatsApp, quedan excluidas de estas restricciones por no cumplir
con todos estos requisitos. Además, la mayor parte del contenido disponible en
YouTube continuará estando accesible para menores sin que sea necesario crear
una cuenta.
Multas
Las
redes sociales serán responsables de impedir el acceso de menores a sus
plataformas y podrían recibir multas de hasta US$49,5 millones por
incumplimientos graves o reiterados. El gobierno exige medidas razonables, como
tecnologías de verificación de edad, incluyendo documentos oficiales,
reconocimiento facial o de voz, e inferencia de edad. No se aceptará la
declaración de edad del usuario ni el aval de los padres como métodos válidos.
Meta comenzará a cerrar cuentas de adolescentes desde el 4 de diciembre;
quienes sean expulsados por error podrán verificar su edad con un documento
oficial o vídeo selfie. Las demás plataformas aún no han detallado cómo
cumplirán la prohibición.
El gobierno australiano afirma que, en la legislación, se incorpora "sólidas protecciones" para la
información personal.
La prohibición de redes sociales para menores de 16 años marca un precedente internacional. Otros países han buscado limitar el acceso y el tiempo de uso, pero sin llegar a una prohibición total. En Reino Unido, las empresas pueden ser multadas o sus directivos encarcelados si no protegen a los jóvenes del contenido perjudicial. Algunos países europeos solo permiten el uso con consentimiento parental, mientras que Francia y Dinamarca consideran prohibiciones para menores de 15 años. España exige autorización legal para menores de 16 años.
Varias
empresas de redes sociales expresaron su inquietud ante la prohibición
anunciada para noviembre de 2024, señalando dificultades de implementación,
posibles riesgos para la privacidad y el contacto social juvenil. Algunas, como
Snap y YouTube, negaron ser plataformas de redes sociales; Google aún evalúa
acciones legales. Meta señaló que la medida generaría protección desigual entre
adolescentes. TikTok y Snap manifestaron su desacuerdo, pero cumplirán con la
norma. Kick, la única compañía australiana afectada, planea tomar medidas y
colaborar con las autoridades. Según Greg Attwells, las empresas temen que
Australia marque una tendencia global.







